Cómo mudarse fácilmente de CFD a CFDI

Desde el primero de junio del presente año, por disposición oficial, inició la transición obligatoria de facturas impresas a facturas electrónicas para todos los contribuyentes registrados en el Sistema de Administración Tributaria (SAT).

Los Comprobantes Fiscales Digitales por Internet (CFDI) son la nueva modalidad de facturación que desde hace algunos años ha ido ganando terreno. Tiene muchas ventajas que la hacen preferible a las viejas facturas impresas, especialmente que ya no se necesitan almacenar como papel impreso y que pueden ser enviadas fácilmente por correo electrónico.

Como se publicó el pasado 31 de mayo en la Segunda Resolución de Modificaciones a la Resolución Miscelánea Fiscal para 2013 y su anexo 3, el 31 de diciembre de este año es la fecha límite para trasladarse del esquema de facturación al nuevo. Tanto las personas morales como las físicas deben presentar sus comprobantes fiscales por este método.

Existen dos manera sencillas de transitar de una modalidad a la otra, de bajo costo y con un mínimo de trabajo extra. Una de ellas es comprar un paquete de timbres fiscales y la otra buscar una solución compatible con la que ya maneja para emitir las facturas.

El paquete de timbres fiscales es el mecanismo que le permitirá emitir cada factura electronica de manera única, por medio del sello digital que tiene la comprobación del SAT de que su factura es auténtica. Este sello es lo que caracteriza al sistema CFDI, ya que reemplaza la foliación de las facturas. Puesto que dicho sello es único, ya no es necesario llevar un seguimiento numérico de cada una de ellas.

Por otra parte, también es posible agregar un módulo al sistema ERP de una empresa para que, al ingresar los datos de facturación, se emita de manera automática el sello digital correspondiente. Esto es una ventaja ya que sólo es necesario modificar la estructura con la que ya se trabaja sin alterar ninguna otra faceta del sistema.

Existen numerosos grupos de expertos dedicados a la tarea de ayudar a las empresas a trasladarse al nuevo esquema. Esta es sin duda la mejor opción al momento de abordar la decisión de cómo hacerlo, ya que ellos harán un diagnóstico de sus esquemas fiscales y le ofrecerán la modalidad óptima. Ellos lo llevarán paso a paso por el proceso de transición para que no existan dudad acerca de las implicaciones de esta modalidad.

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