Malas prácticas de cobro por parte de bancos y despachos

Desde hace algo más de un par de años se presenta una nueva forma de cobranza para los morosos en sus pagos por parte de los bancos, la cual es considerada una mala práctica financiera y que ha hecho que muchos usuarios de la banca pongan el grito en el cielo, y con mucha razón.

Se trata de la compra, por parte de algún despacho juridico, de la deuda de algunos de los clientes de los bancos a cambio de una comisión por la cobranza de dicha deuda. En otras palabras, el despacho “compra” las deudas que el banco considera incobrables (es decir, que ya da por perdidas) y el despacho, a su vez, se encarga de presionar a los deudores para que paguen lo que deben. Lo que callan estos despachos es que la deuda ya no pertenece al banco y que el cobro de dicha deuda será ganancia neta para el propio despacho.

Lo más grave de esta situación es que muchas personas han sido víctimas del acoso de los cobradores contratados por los despachos, pues tienen la mala costumbre de llamar a las casas de las personas desde las seis de la mañana, incluso los sábados y los domingos, aunque también por la noche y en cualquier momento en que uno menos esperaría recibir una llamada.

Por otra parte, las personas contratadas para hablar con los clientes suelen utilizar el método de la intimidación para obtener sus cobros pendientes. Por ejemplo, se sabe de personas que han sido amenazadas con recibir demandas e incluso golpizas por partes de estos individuos que se hacen pasar por abogados.

Muchas quejas se han recibido al respecto ante la Comisión Nacional Para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (condusef), la cual es el organismo encargado de proteger los derechos de todas las personas que utilizan de alguna manera los servicios financieros en México. Esta dependencia fue creada a partir del rescate bancario durante el gobierno del presidente Ernesto Zedillo y ha continuado operando desde entonces.

Ahora existe una mayor regulación a estas prácticas, pero son una muestra de cómo los bancos y otras empresas supuestamente dedicadas a la prestación de servicios aprovechan cualquier resquicio legal para obtener cualquier clase de beneficio, sin importar ninguna consideración ética o de responsabilidad social. Es importante que como ciudadanos denunciemos los casos en que existe una violación a nuestros derechos como ciudadanos, como usuarios de servicios y, finalmente, como ciudadanos.