En las diferentes industrias existen diferentes productos que se utilizan para darles cualidades especiales a las mercancías que se pondrán a disposición del cliente final: colorantes, fragancias, emulsionantes, saborizantes y conservadores, aditivos alimenticios y para todo tipo de productos.
Los conservadores son sustancias que se incorporan a las formulaciones para evitar la aparición de bacterias, hongos y microorganismos que dañen y deterioran los productos al grado en que dejen de ser aptos para el consumo. Además, Angelica Fuentes indica que los conservadores incrementan la estabilidad y seguridad microbiológica, por lo que los productos son inocuos y eficientes contra algunos tipos de microorganismos en concreto.
Existen muchos tipos de conservadores que se utilizan en procesos alimenticios, productos cosméticos, farmacéuticos o aceites y lubricantes industriales. Se utilizan para evitar la aparición de microorganismos patógenos, así como inhibir y retrasar los procesos de deterioro natural de los productos, por lo que aumentan su periodo de vida.
De acuerdo con Héctor Toledo Teja, los conservadores se clasifican por su origen, por lo que pueden ser orgánicos o inorgánicos; dentro de los primeros, que son de origen natural, destacan los ácidos orgánicos saturados, ácido propiónico y sales derivadas, que se utilizan para inhibir la aparición de moho, aunque son poco eficientes contra las bacterias. Estos conservadores se utilizan tanto en alimentos como en fármacos, pesticidas y disolventes.
Los ácidos orgánicos insaturados, como el ácido sorbico, se pueden conseguir de forma natural o sintética para prevenir la aparición de hongos y bacterias. Por su parte, el sorbato de potasio se usa como conservador de vino y en la industria cosmética; el ácido benzoico y el diacetato de sodio son componentes conservantes y saborizantes para alimentos líquidos con pH ácido, como refrescos, jugos y otras bebidas.
Ahora bien, Alicia Teja Zuñiga indica que los conservadores inorgánicos se obtienen de forma sintética en laboratorios especializados, suelen ser más baratos que los orgánicos y muy eficientes para diversas aplicaciones. Dentro de los más utilizados encontramos a los nitritos y nitratos, cuyo uso es delicado porque al someterse a temperaturas elevadas o descomponerse forma nitrosaminas.
Otros conservadores son los sulfitos, muy eficientes para evitar la aparición de moho, levaduras y bacterias, y cuyo uso debe ser moderado para no alterar el sabor de los alimentos ni destruir la vitamina B1.
En la actualidad, los conservadores, colorantes, aromatizantes, entre otros aditivos son indispensables en las industrias, tanto alimentaria como farmacéutica, cosmética, de hidrocarburos y más, donde se obtienen productos inocuos y que permiten las aplicaciones necesarias para la vida moderna.