El pasado 20 de febrero se llevó a cabo la firma de un acuerdo que permite a México y Estados Unidos explotar los yacimientos petroleros que se encuentran en aguas profundas del golfo de México, de manera conjunta y sin el riesgo de que suceda el denominado efecto popote.
Dicho tratado fue firmado por la Secretaria de Relaciones Exteriores de México, Patricia Espinoza, y por la Secretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton. El encuentro se realizó en los Cabos, Baja California Sur y contó con la presencia del presidente Felipe Calderón y el Secretario del Interior de Estados Unidos, Ken Salazar, como testigos.
De acuerdo con el contenido del documento, ambos países trabajaran en forma independiente en cuanto a la explotación de los yacimientos de alta mar pero, en caso de encontrar una reserva cuya extensión sea tal que parte de ella se encuentre en territorio vecino, dará aviso a las autoridades correspondientes.
A continuación, el proceso de extracción transcurriría normalmente, pero los yacimientos serían explotados por aquel país al que le corresponda el mayor volumen de curdo, y entregará al otro país la parte proporcional a la extensión territorial en que se encuentra el yacimiento. Es decir que, por ejemplo, si México encuentra un yacimiento de petróleo y gas cuya extensión indica que parte del contenido se encuentra en ambos países, debe dar aviso a las autoridades norteamericanas.
Seguidamente, se realizarían estudios para determinar la proporción de crudo, gas, etc., que se encuentra en cada país. Si el estudio arroja el resultado de que la mayor parte se encuentra en territorio mexicano, entonces corresponderá a Pemex explotar el yacimiento y entregar a los Estados Unidos la parte que proporcionalmente le corresponde.
La firma de este tratado ha despertado la suspicacia de varios sectores interesados de nuestro país, especialmente en la Cámara de Senadores, por donde debe pasar ahora el documento para su ratificación. Algunos Senadores manifestaron su descontento porque no se les informó de manera anticipada de la firma de dicho acuerdo, y se enteraron hasta que lo vieron en las noticias. Dentro de unos días, el documento será revisado por una Comisión senatorial, compuesta por abogados y peritos en materia petrolera y de extracción y distribución de hidrocarburos.
De acuerdo con el Director de Pemex, Juan José Suárez Coppel, el acuerdo está pensado para preservar la soberanía de México en cuanto a la explotación y aprovechamiento de sus recursos naturales, aunque existe consenso entre legisladores, periodistas y analistas en economia en que se debe revisar con atención su contenido para evitar que se apruebe en el Senado, en caso de que incumpla con aquella condición.
Muy bueno, extraordinario, pero, díganme, cual es la parte proporcional y de qué?
De lo que algún grupito de senadores, en una tarde decidan que de casualidad, sus nombres están entre los que se beneficiaran directa, o indirectamente?
De lo que nuestros vecinos del norte dicten, según sus satélites, pasa el limite marino?
Por favor señores!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Ojalá verdaderamente se busque lo mejor para nuestro país pues la mayoría de los yacimientos petroleros se encuentran en terreno mexicano, sé que parecen sueños pero si la explotación petrolera fuera justa, nuestro país tendría una mejor economía.
Yo creo que es casi imposible que los yacimientos mexicanos sean respetados por E.U., los gobernantes no se atreven a darle la espalda al país vecino y a ponerse en pie sin ellos, además aunque México tenga la mayoría de yacimientos seguirían con el intercambio comercial que tanto nos perjudica a nosotros…
Buen día,
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