Empaques a prueba de ruido serían los más comprados por los adolescentes

En ocasiones los jóvenes se encuentran en sus salones de clases, dentro de un ambiente silencioso, donde el control de ruido es riguroso, pero a la vez, están ahí pasando por mucha hambre, pues a lo largo del día no se han alimentado bien. Lo que suelen traer consigo son galletas, papitas o cualquier otra golosina cubierta por el famoso empaque plateado, aquel que al abrirse, hace más ruido que el que podría producir todo un batallón.

¿Se imaginan qué sería de la industria de los empaques y las envolturas si su materia prima fuera, por ejemplo, la fibra de vidrio? La fibra de vidrio es el material absorbente de ondas sonoras, el cual recubre las paredes y los techos de habitaciones que se aíslan térmica y acústicamente de otras.

Las envolturas y los empaques de los alimentos tales como los dulces, los chocolates, las galletas y las frituras, suelen ser muy atractivas y de colores muy llamativos. Sin embargo, son pocos los que saben de qué material están hechos dichos empaques. Pues bien, están hechos a veces de polipropileno o tereftalato de polietileno (PET), materiales que garantizan su perfecto estado de conservación.

No es capricho que las industrias alimentarias utilicen empaques y envolturas tan ruidosas. La verdad es que a pesar de que el avance tecnológico es sumamente basto, la industria alimentaria no ha encontrado la manera de conservar los productos en empaques que no sean tan escandalosos.

Desde bolsas de celofán, bolsas metálicas, empaques de papel kraft, hasta envases de plástico, han tratado de reemplazar las envolturas y empaques tradicionales, pero ninguna de éstas ha podido mantener los alimentos en un estado de conservación tan amplio.

Los jóvenes le proponen a la industria alimentaria encontrar la forma de empacar su comida con los materiales más discretos posibles, aquellos materiales que les permitan comer a mitad de clase sin la necesidad de que medio salón se entere, causando la interrupción y molestia del profesor(a) y la distracción de sus compañeros.

Mientras no se invente un empaque hecho de fibra de vidrio u otro material aislante acústico similar, se le recomienda a los jóvenes que desde casa vacíen su comida en tupperwares, costalitos o bolsas de tela, para que de esta manera, no se conviertan en el centro de atención en su salón de clases. Entretanto, la industria alimentaria podría seguir sumando esfuerzos para resolver este dilema y presentarle soluciones a los jóvenes.

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