De acuerdo con la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, la economía mundial podría permanecer estancada durante largo tiempo mientras los países tratan de recuperarse de la crisis de 2008, cuyos efectos aún pueden notarse en el fuerte endeudamiento y el desempleo que todavía afecta a varias zonas.
Estas declaraciones se dieron en el marco de una presentación que la funcionaria del organismo internacional realizó en la Universidad de Georgetown en Washington, y parecen contradecir lo que la misma Legarde declaró en la revista Fortune apenas en junio de este mismo año.
En dicha entrevista, Legarde se mostró satisfecha con el desempeño económico global y manifestó su optimismo al decir que, finalmente, se le estaba dando la vuelta a la crisis vivida. “Tuvimos un crecimiento de 3% el año pasado”, dijo al jefe de Fortune, Geoff Colvin. “Estamos pronosticando un 3.6 este año y 3.9% el próximo año”.
Durante su intervención en la Universidad de Georgetown, por el contrario, indicó que la recuperación económica es más débil de lo que el organismo que dirige había pronosticado hace seis meses. Señaló que esperan un período de flojo crecimiento, particularmente en la zona del euro.
Expuso que si bien existe una recuperación, el desempeño mostrado por los indicadores de crecimiento y empleo no son lo suficientemente buenos. Agregó que también existen riesgos financieros, aunque las valoraciones de activos en economías avanzadas se han incrementado rápidamente, a la vez que la volatilidad ha mantenido niveles bajos.
Indicó también que “los riesgos geopolíticos también podrían descarrilar la recuperación”, en alusión al conflicto en Ucrania, que afecta de manera particular a la zona del euro y a Rusia, si bien ésta última potencia no ha manifestado preocupación por repercusiones negativas como consecuencia de la inestable situación en la región.
“Nuestra principal tarea ahora es ayudar a la economía global a cambiar de marcha y superar lo que ha sido hasta el momento una recuperación decepcionante: una que es frágil, desigual y asediada por los riesgos”. Ha habido progresos, señaló, pero no se ha explotado el pleno potencial de las economías.
Entre las medidas que ayudarían a salir del estancamiento económico, destacó que los gobiernos deben invertir en infraestructura y concentrarse más en el tema de la generación de empleos, lo que significa promover reformas a las políticas del mercado laboral, pues la desigual distribución de empleos es uno de los factores que desestabilizan los esfuerzos de recuperación global.