La contabilidad electrónica ha llegado a las empresas para, a decir del SAT, facilitar el trabajo de emisión, recepción y administración de sus recibos y movimientos financieros, pues teniendo todos sus archivos digitalizados es más sencillo actualizarlos, rastrearlos y modificarlos si fuera necesario. Sin embargo, no todas las empresas están felices con las nuevas medidas financieras que se tomaron, pues tan solo en este año les han caído por todos lados leyes y reformas que cambian por completo el horizonte empresarial del país.
La reforma fiscal trajo con ella muchas sorpresas, entre ellas la contabilidad electrónica, que a decir de muchas empresas ha sido más que una ayuda una traba para poder trabajar adecuadamente puesto que hay que poner al corriente a todos los trabajadores para que sepan emitir los recibos electrónicos de cualquier índole, ya sean facturas o recibos de nómina electrónica. Los contadores creen que si la empresa sabe llevar bien su contabilidad, el nuevo régimen ayudará a tener cuentas más claras y tener un control más ágil de su contabilidad en todo momento, especialmente cuando su capacidad esté al cien por ciento.
Otro punto que las empresas debaten es la poca capacidad del gobierno de manejar toda la información que ha empezado a llegarle, puesto que han habido ciertos errores y confusiones derivados de la rapidez con la que la nueva plataforma electrónica se ha lanzado.
En cuanto al reglamento, este cambiará dependiendo de la contabilidad electrónica que cada empresa maneje, sin embargo todas debe entregar a partir de este año la balanza de comprobación, el catálogo de cuentas y la información de las pólizas generadas. Aunado a esto, los especialistas en derecho fiscal aseguran que solamente el 5 por ciento de las empresas que tienen que mantenerse al tanto del nuevo régimen, tienen la preparación suficiente para utilizar la contabilidad electrónica, es por esto que las prórrogas se han extendido tanto tiempo.
Los expertos creen que es necesario dar una mayor cantidad de tiempo a los empresarios para que se regularicen, pues es un proceso largo que necesita de mucha atención; por otra parte se afirmó que lo más notable será el aumento de los costos administrativos de cada empresa.
Cada empresa deberá adecuar su sistema contable para concordar con las exigencias del SAT a pesar de que muchas de las empresas, tanto grandes como pequeñas y medianas no cuentan con el conocimiento necesario para realizar la cantidad de operaciones que se espera que hagan.