Escrito por Carlos Raphael de la Madrid
En 2014, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía reportó que para Oaxaca las actividades económicas terciarias representaban el 60% del PIB a nivel estatal, siendo los servicios inmobiliarios y de alquiler de bienes muebles, el sector con mayor aportación.
Lo anterior, derivado de la alta demanda turística nacional y extranjera que tiene el Estado y lo atractivas que resultan las zonas turísticas oaxaqueñas para los inversionistas, quienes en miras de expandirse buscan fortalecer sus finanzas en Oaxaca.
Tal es el caso de los tres hoteles que están por construirse, en la bahía de Huatulco, la zona arqueológica de Yagul y el Centro Histórico del Estado, todos con alguna temática de tipo comercial, informativo-cultural y ecológico-sustentable.
Oaxaca es el quinto Estado más grande de México con una extensión de 568 kilómetros de litoral que se extienden sobre el Océano Pacifico, y cuenta con algunas de las playas más reconocidas: Huatulco, Puerto Escondido, Mazunte, Zicatela, paraíso de surfistas y Zipolite, esta última por ser una de las 10 más famosas a nivel mundial donde se practica el nudismo, un paraíso para el público europeo.
Por otro lado, el Centro Histórico de Oaxaca es uno de los destinos turísticos medular del Estado, donde se genera una gran derrama económica, no sólo por ser la sede anual de la mayor fiesta de los oaxaqueños “La Guelaguetza”, sino por la gran oferta cultural y gastronómica que ofrece a los visitantes.
Los principales atractivos del centro de Oaxaca son: el andador turístico Macedonio Alcalá, famoso por las galerías de arte donde se pueden encontrar oleos de Rufino Tamayo, el Jardín Etnobotánico, que muestra la variedad de plantas de distintas regiones del Estado, el Mercado 20 de Noviembre, para quienes buscan deleitar su paladar con la comida típica oaxaqueña y para los más religiosos esta el Templo de Santo Domingo y la Basílica de Nuestra Señora de la Soledad, patrona de la Ciudad.
Además la cercanía del Centro con las Zonas Arqueológicas de Monte Albán y Mitla y los municipios productores de mezcal, barro negro, alebrijes y textiles favorece a los guías de turistas y a empresas arrendadoras de vehículos de transporte.
Oaxaca, además cuenta con dos emblemáticos regalos de la naturaleza, el árbol del Tule, un ahuehuete milenario con el tronco más grande del mundo y las Cascadas petrificadas de Hierve el agua, formadas por el escurrimiento de agua con alto contenido mineral, únicas en el mundo junto con las de Pamukkale en Turquía.
Escrito por Carlos Raphael de la Madrid