Casinos, una industria creciente que aprovecha lagunas legales

Durante el porfiriato, en 1907, se autorizaron los juegos de azar en México para fomentar el turismo. Con Lázaro Cárdenas en el poder, en 1938, se modificó el decreto de Porfirio Díaz y se impidió esta actividad al cancelar la concesión y administración de casas de apuestas. 9 años después, en 1947, Miguel Alemán expidió la Ley de Juegos y Sorteos que otorgaba a la Secretaría de Gobernación la autorización, reglamentación, control y vigilancia de juegos, apuestas, rifas y sorteos.
En 2004, Vicente Fox publicó el reglamento de la Ley de Juegos y Sorteos, que generó un incremento de inversión en esta industria. Y en 2014, ya con Enrique Peña Nieto en la presidencia, se publicó una nueva Ley de Juegos y Sorteos (que no ha sido ratificada por el Senado) la cual ya regula la modalidad del juego en línea (casinos online) y que trata de encontrar una solución para la gran cantidad de máquinas tragamonedas existente en situación irregular, poner candados a que sea un “santuario” para el lavado de dinero y a la vez, fomentar la inversión para que incluso, empresas extranjeras instalen sus casino en suelo mexicano.
El sector hotelero de México ha establecido su postura en el sentido de evitar que la industria del casino se instale en los centros turísticos de playa.
En su columna en El Economista, Alberto Aguirre señala que “Los empresarios del ramo (de los casinos) apelan al imperio del Estado de Derecho para garantizar el respeto a sus inversiones y fuentes de empleo. Y en épocas de restricciones presupuestales, los gobiernos estatales y municipales han focalizado algunos de sus esfuerzos recaudatorios en esta boyante industria. Además de los impuestos a los concesionarios y operadores, ahora quieren gravar las ganancias de los apostadores”.
Según Forbes, se estima que para 2018 habrá 750 salas de casino autorizadas en territorio mexicano, por lo que con la nueva ley se pretende sacar del mercado a los casinos que no cuenten con permisos (evitar la clandestinidad), establecer regulaciones para las apuestas vía internet en cualquier modalidad (apuesta deportiva, maquinitas, juego de cartas como Blackjack o Póker, Ruleta, Dados) y certificar a todas las máquinas traga monedas del país, así como terminar con su operación en puntos como tiendas o papelerías.
El Presidente de la Asociación de Permisionarios y Proveedores de Juegos y Sorteos, Alfonso Pérez Lizaur, declaró a El Universal que en 2015 el monto total de las apuestas en México superó los 2,600 millones de dólares, aunque se tuvo un ingreso (tras pagar ganancias) de más de 700, pero advierte que los casino online son una competencia desleal pues evaden más de 2,000 millones de pesos de impuestos cada año y el mayor volumen de apuestas lo captan portales extranjeros sin permisos de operación en México.

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