El pasado martes fue publicado el informe anual Perspectivas del empelo 2013, elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). En este documento se hace referencia al desempeño del sector laboral de México en relación con su crecimiento económico. Asimismo, se mencionan cuáles deberían ser los focos de atención por parte del gobierno mexicano para atender los puntos centrales de este sector de la economía.
El informe señala que el crecimiento de la economia de Mexico está en segundo lugar con respecto a los otros 33 países miembros de la OCDE, detrás de Chile, pero tuvo el primer sitio en cuanto a la creación de empleos formales, con 3.3 por ciento.
Sin embargo, la tasa de desempleo en México se ubicó en 5.2 por ciento el pasado mes de abril de este año, cifra que se encuentra por arriba de las expectativas para 2013. Esto significa que la creación de empleos no es suficiente para cubrir las necesidades del mercado labora.
Por otro lado, alrededor del 60 por ciento de las personas ocupadas laboran en el sector informal. Esto representa un doble riesgo, tanto para los propios trabajadores como para el gobierno pues, por una parte, los trabajadores no tienen acceso a servicios de salud pública y otros beneficios asociados con los empleos formales. Por otro lado, el gobierno deja de percibir ingresos a través de los impuestos que no se pagan.
Otro señalamiento de la OCDE gira en torno a los sectores más relegados del mercado laboral, es decir, las mujeres y los jóvenes. De acuerdo con información hasta el tercer trimestre de 2012, sólo el 47 por ciento de las mujeres contaba con acceso al mercado laboral, por lo que aún es necesario activar mecanismos que faciliten su inclusión.
Los jóvenes son un segmento de la población que requiere una atención especial, ya que muchos de ellos permanecen relegados no sólo de la educación sino también de medios para generar ingresos.
Entre sus recomendaciones, el informe menciona la necesidad de legislar a favor de mecanismos más flexibles de contratación, fomentar la protección social para los trabajadores e incluso esquemas que permitan a los empleadores informales regularizar su situación ante la Secretaría de Hacienda. También debe regularizarse los mecanismos para el despido de los trabajadores, de manera que puedan acceder a una compensación más equitativa y reciban más sentencias favorables en caso de controversia.