Si se define el ruido se puede decir que es todo aquel sonido no deseado que interfiere en la comunicación entre las personas o en el desarrollo de las actividades. El ruido puede convertirse en un factor que afecta directamente las actividades laborales, ya que en algunos casos es necesario controlar el sonido para poder desarrollarlas adecuadamente y no afecte el desempeño de las mismas.
Entre algunas de las actividades más vulnerables ante los ruidos externos están la grabación de música, los procedimientos quirúrgicos, algunas actividades de laboratorio, así como la grabación y edición cinematográfica.
La grabación de música es una actividad especialmente delicada que requiere del control total del ruido ya que es necesario mantener el control de los sonidos que se producen tanto al interior del sitio donde se está grabando como eliminar los ruidos del exterior para que no intervengan con la grabación. Este es uno de los trabajos más delicados por lo que incluso se tienen que construir cabinas especiales con materiales como panel acústico para tener un mejor control. Esta misma situación aplica para la grabación y edición cinematográfica.
En cuanto a los procedimientos quirúrgicos es muy importante que el personal médico pueda estar concentrado en las actividades que está realizado por lo que los ruidos externos son muy peligrosos, aunque éstos sean muy tenues puede sacar de concentración a las personas lo cual podría tener severas consecuencias comprometiendo la integridad de las personas. Es por ello que los quirófanos tienen que estar completamente aislados del ruido, además eso también ayudará a que la comunicación entre ellos pueda ser más fluida.
Otra de las actividades laborales que se puede ver afectada son las que tienen que ver con actividades de laboratorio que las cuales suelen medirse intensidades de algunos sonidos, por lo cual es necesario tener un control total del sonido para no contaminar los resultados.
Lo mismo ocurre con todas las actividades que tienen que con pruebas donde se tiene que medir el sonido, por ejemplo cuando se utiliza el audiómetro que es el aparato que se utiliza para medir la agudeza auditiva, lo mejor es estar en un lugar libre de ruido para que no interfiera con las pruebas.
Para ayudar a que todas estas actividades se desarrollen de la mejor manera hay materiales que ayudan a realizar un aislamiento acústico, el cual puede realizarse con dos funciones principales, una evitar que los ruidos externos entren en el sitio que se quiere aislar y evitar que los ruidos internos escapen y se produzca una pérdida del sonido.