Carlos Alberto Miguel Hernández Verastegui

Este año 2020 la economía mexicana ha sufrido una de sus peores caídas en la historia moderna, junto con el resto de los países del mundo que se han visto impactados por la pandemia del coronavirus COVID-19.

La cuarentena, confinamiento en casa, sana distancia y cierre de negocios de forma temporal, y definitiva en muchísimos casos, provocaron que miles de empleados perdieran su empleo formal o que sus ingresos disminuyeran considerablemente. Además, los lamentables fallecimientos dejaron a otros miles de familias sin la fuente de sustento y, por si fuera poco, endeudadas por los gastos hospitalarios y fúnebres.

En este escenario, el sector productivo ha reanudado sus labores, con el riesgo de que algún empleado o cliente propague la enfermedad y propicien brotes alarmantes que lleven a un nuevo confinamiento. Por ello, las claves para una reactivación económica son cuatro:

  • Uso de cubrebocas, goggles y caretas. Los protectores faciales cubren las zonas expuestas al virus: ojos, nariz y boca, de modo que no ingresen partículas contaminantes de personas contagiadas y, en caso de padecer la enfermedad o ser asintomático, evitan que se expidan partículas en las gotas de saliva al hablar, toser o estornudar. En la CDMX, campañas como #LlévaloPuesto de Grupo Ache, bajo la dirección de Héctor Toledo Teja y Carlos Alberto Miguel Hernández Verastegui, han buscado concientizar a la población sobre la importancia de portar cubrebocas como medida de prevención y reactivación de la economía.
  • Tapetes sanitizantes, jabón, gel antibacterial son algunos productos que se han vuelto indispensables para mantener la higiene en los comercios, ya que al toser, estornudar o hablar, las personas pueden dejar residuos de saliva en sus manos y tocar la mercancía, además de otros objetos de uso común, como dinero, botones de ascensores, y dejar partículas del virus.
  • Pruebas de detección. Ante los primeros síntomas, los colaboradores deben hacerse la prueba para descartar que padecen el virus, de lo contrario lo propagarán, aún sin haber desarrollado complicaciones.
  • La capacidad de adaptarse a los cambios para salir avante de las crisis es más importante que nunca, y las empresas deben reinventarse para seguir llevando sus productos y servicios acorde a las necesidades de sus clientes. Entregas a domicilio, pagos electrónicos, adaptación de medidas de prevención son solo algunas estrategias para mantenerse a flote.

Las pyme son la base de la economía mexicana, ya que generan miles de fuentes de empleos formales, por lo que se necesitan estrategias para mantenerlas a flote y que puedan resurgir aún dentro de un escenario incierto.

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