El freelance es una actividad que hasta hace poco tiempo empezó a tener su máximo apogeo en México; se empezaba a escuchar sobre personas que trabajaban independientemente, sin horarios específicos, largos traslados de su casa a oficina, código de vestimenta ni regaños de jefes y entonces llamó la atención, especialmente de quienes sufren un ambiente de trabajo hostil. Pero seamos sinceros ¿a quién no le atrae la idea de trabajar desde casa? A menos que nuestro hogar sea aun más hostil que una oficina, este es el trabajo ideal.
Por lo menos así lo afirman el 72 por ciento de los mexicanos, quienes después de ser encuestados al respecto, aseguraron que preferirían trabajar de freelancers que seguir acudiendo a la oficina, sólo el 11 por ciento de los encuestados aseguraron que no les gusta la idea de trabajar desde casa, pero ser freelancer implica mucho más que tener reuniones de trabajo en pijama con el cereal por un lado.
Ser freelancer implica ser una persona organizada y responsable que conoce las prioridades tanto personales como laborales y que puede trabajar sin que alguien lo supervise. Hay personas que pueden mantenerse completamente de la paga del freelance, otras lo toman como un ingreso extra al que ya tienen del trabajo en oficina. Un freelancer debe mantenerse en cursos de capacitación e información como todos los empleados, si no es que más; muchos freelancer están optando por tomar un curso de habilidades directivas, pues esto les prepara para diferentes tipos de trabajo e incluso los prepara en caso de tener que asistir a oficina en algún momento.
Otra de las necesidades de los freelancers es tomar cursos de diferentes idiomas, pues tienen que tratar directamente con el cliente y saber inglés común no es suficiente, por esto es que se ha vuelto tan común el curso online de business english, los cursos de chino mandarín, francés, alemán e incluso los de gramática.
La mayoría de las personas que se sienten atraídas por la opción de ser sus propios jefes, no saben que la responsabilidad que esto conlleva es muy grande, pues hay que aprender a organizarse perfectamente, pues el hecho de que seamos nuestros propios jefes no significa que el trabajo sea menos importante; cumplir una responsabilidad con uno mismo a veces es más complicado que tener que rendirle cuentas a un tercero.
Cualquier trabajo tiene su grado de dificultad y sin desdeñar unos a los otros, tanto los llamados Godínez como los freelancers dedican tiempo de sus vidas y de sus capacidades a realizar ciertos trabajos y debemos apreciarlos como tal.