Una de las estrategias abordadas en la planeación de negocios, enseñada incluso en cursos de ventas para empresas, es el tema de la publicidad, y dentro de este ámbito, la que se realiza en espacios exteriores es una de las más importantes debido a su gran impacto.
Y es que aún en esta época en la que el auge del internet acapara gran parte de la atención de todo el mundo, la publicidad exterior nunca podrá ser remplazada, pues convive directamente con la gente en su mismo entorno con un grado de efectividad bastante alto que favorece el acercamiento hacia la marca que se promociona; esto, claro, siempre y cuando se realice de manera creativa y se aplique en los sitios convenientes.
Así, este tipo de propaganda puede adquirir varias formas, desde los clásicos carteles, vallas y anuncios espectaculares, hasta otros más que se valen de la tecnología y otras herramientas para llamar la atención, como las pantallas, activaciones, estructuras volumétricas, etcétera.
Entre algunas de las ventajas que representa esta opción indispensable dentro de toda campaña publicitaria se encuentran las siguientes:
- Presencia las 24 horas del día los siete días de la semana.
- Influencia en los clientes potenciales al grado de conseguir concretar ventas gracias a la llamada a la acción que hacen cuando se sitúan en puntos estratégicos, como centros comerciales, eventos deportivos y musicales, lugares públicos de mucha afluencia, etcétera.
- Bajo CPM (coste por mil), es decir, se alcanza a impactar a un millar de personas con una inversión que no es demasiado grande en comparación con el número de gente a la que se logra transmitir el mensaje del anuncio.
- Identifica puntos de venta y llama a acercarse a ellos.
- Puede abarcar segmentos específicos del mercado, dirigiéndose a niños, jóvenes y adultos en conjunto o por separado según el contexto en el que se encuentre.
- Interacción con el medio y las personas valiéndose de usos y relaciones que refieren o se integran a su contexto.
Por otra parte, cabe mencionar que el éxito de todo anuncio exterior se encuentra muy relacionado con su ubicación, pues no sólo se trata de captar el mayor número de audiencia posible, sino que ésta debe ser aquella que pueda interesare en lo que se publicita, lo que, al final, se traducirá en mayores ventas.
Aunado a ello, deben considerarse algunas restricciones que imponen las autoridades o personas encargadas de administrar los espacios publicitarios en zonas comerciales, quienes prohíben ciertos contenidos o tipos de letreros, como sucede con los carteles en las paredes de inmuebles históricos y culturales, anuncios de tabaco o de contenido sexual explícito, entre otras situaciones.
La publicidad exterior nunca podrá ser remplazada, pues convive directamente con la gente en su mismo entorno con un grado de efectividad bastante alto.