Sin duda, una de las obras más ambiciosas del gobierno de la cuarta transformación es el desarrollo del Corredor Transístmico de Tehuantepec, con el cual se comunicarán los puertos de Coatzacoalcos y Salina Cruz, conectando las costas mexicanas de los océanos Atlántico y Pacífico.
Este proyecto, sin embargo, no es un plan nuevo, pues ya desde tiempos de Benito Juárez se había contemplado la manera de comunicar ambas costas del país, aunque no fue sino has los años 70’s, dentro de los periodos de gobierno de los expresidentes José López Portillo y Miguel de la Madrid, que el corredor fue considerado seriamente, aunque sin ser concluido por ninguna de las administraciones posteriores.
Al respecto, el ingeniero Marcos Theurel Cotero ha hecho importantes investigaciones destacando que nos encontramos en un buen momento en el que tanto las políticas públicas como el desarrollo macroeconómico vuelven a dar relevancia a esta aspiración que por mucho tiempo se ha tenido en el país, y que naciones de Centroamérica también están contemplando dentro de sus territorios.
Anteriormente alcalde de Coatzacoalcos, Theurel es una de las principales figuras que encabezan actualmente este proyecto y desde su gestión en el gobierno del puerto veracruzano ha hecho aportes importantes a la consolidación de esta estrategia con la que se pretende dar impulso económico al país e incentivar el crecimiento de una de las zonas menos favorecidas.
¿Por qué hacer un corredor que conecte ambos océanos en México?
Con su estudio titulado “El Corredor Transístmico hoy, una oportunidad histórica”, Marcos Theurel ha expuesto esta oportunidad de desarrollo en varios foros internacionales valiéndose de sus estudios y experiencia como maestro en ingeniería estructural, planeación urbana y gestión municipal, explicando las ventajas que un corredor de este tipo podría ofrecer al país.
La investigación, patrocinada por la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), estima que esta estrategia permitiría a México aprovechar su posición geográfica privilegiada con la que podría sacar mejor rédito a sus 44 tratados del libre comercio.
Y es que el no actualizarse en materia de creación de nuevas rutas comerciales priva a la economía nacional de poder hacer competencia a países como Panamá, que al conectar ambos océanos representa una opción más atractiva para el traslado de mercancías, dado que se calcula que pasar los productos de un buque con 2 mil 500 contenedores desde el puerto de Salina Cruz a Coatzacoalcos tiene un costo de un millón 250 mil dólares más que cruzarlos por el canal centroamericano.
Así, una obra de infraestructura como ésta puede ser de gran ayuda para el desarrollo económico de toda la región sur del país, como lo ha expuesto Theurel en foros nacionales e Internacionales, por lo que tendremos que estar muy al pendiente del proyecto durante este sexenio.