Mexicanos deben más por tarjetas de crédito

Una encuesta reciente reveló que las deudas más comunes de los capitalinos son las de las tarjetas de crédito, seguidas por los prestamos personales, los inmuebles y los financiamientos automotrices. El estudio se realizó a 317 personas del Distrito Federal.

Lo cierto es que tal encuesta no arroja resultados reveladores, toda vez que los índices son similares a los reportados por encuestas similares en los últimos siete años, siendo los préstamos personales los que han mostrado mayor avance en ese mismo lapso.

El mayor crecimiento que han reportado los préstamos personales ha sido a través de los prestamos via nomina, ya que, por una parte, cada vez más empresas pagan a sus empleados de planta por este medio y, al mismo tiempo, los bancos han ampliado su oferta y flexibilizado sus ofertas en esta materia.

Los préstamos para inmuebles y para vehículos automotrices se ha mantenido relativamente constante, con altas y bajas que responden a las normales por temporada del año, y ni siquiera la crisis inmobiliaria de 2009 en Estados Unidos afectó al mercado mexicano en el mismo sector. Tampoco las fluctuaciones en el precio de los hidrocarburos ha alterado de manera significativa el mercado de los automóviles.

Por el contrario, las deudas por tarjetas de crédito no sólo se mantiene en primer lugar sino que además aumenta, sobre todo porque también ha crecido el número de instituciones bancarias que las ofrecen, con cada vez menos requisitos para obtenerlas y con líneas de crédito cada vez mayores.

Un ejemplo son las cadenas comerciales que otorgan tarjetas a sus clientes y suscriptores, como Wal- Mart, ya que es fácil obtenerla. Los clientes que las ocupan comienzan por financiar sus compras para la semana o el mes, y acaban empleándola fuera de la tienda para financiar toda clase de gastos. El resultado es un bomba que les explota cuando les llegan los estados de cuenta.

En cuanto a instrumentos y planes de retiro, los mexicanos andamos muy atrás, ya que la encuesta reveló que sólo 40 por ciento de lo encuestados tienen un plan de retiro, aunque éste es únicamente una Afore en la mayoría de los casos (76 por ciento de ese 40). Únicamente el 2 por ciento de los encuestados cuenta con un plan propio de jubilación o retiro.

En resumen, que los mexicanos todavía no sabes cómo hacer un uso adecuado del crédito pero, sobre todo, tampoco sabemos aún cómo ajustar nuestros gastos a nuestros ingresos.