Para invertir con efectividad, primero invierte tus pensamientos

Si supieras que lo que piensas determina la forma en que te perciben los demás, la manera en que te ves, los recursos que generas y el dinero que tienes en el banco, seguramente prestarías más atención no solo en lo que estás pensando, sino en cómo se originaron esos pensamientos.

De acuerdo con la psicología trasnpersonal, el quinteto que componen las dimensiones cuerpo psique, energía y trascendencia describen un proceso en el que las motivaciones inconscientes se manifiestan a través de lo que una persona dice cuando habla, mismas que a su vez generan un campo vibracional y crean estructuras en el mudo físico que todos percibimos y habitamos.

Para los psicólogos transpersonales, las personas son “una especie de programa psico-corporal” que se compone de pensamientos, sensaciones y emociones que a la postre construyen la realidad exterior. “Como es adentro es afuera” es la ley hermética que explica este principio. Es así que, llevados al ámbito de la economía, estos conocimientos devienen en una disciplina conocida como “economía transpersonal”, cuyo objetivo es analizar los efectos del pensamiento individual en la creación de realidades personales y colectivas.

La terapia que se ofrece a partir de este campo del estudio psicológico – a veces colindante con la espiritualidad –conduce a quienes lo frecuentan a través de un camino de autoconocimiento en el que, de a poco, emergen las respuestas a cuestiones esenciales como el por qué no se consigue un trabajo o las razones por las que, después de varios intentos por corregir los fallos, la prosperidad de un negocio en el que se ha invertido mucho no llega.

Gracias al autoconocimiento, las personas encuentran su trabajo ideal y dejan de poner su mente en el propósito utilitario de ganar dinero, que proviene –sin excepción– de ideas que generan sentimientos de pobreza y desencadenan en situaciones como no encontrar trabajo, o encontrar uno al que, más que asistir con gusto y ganas de aportar, uno se presentan porque hay que ganar dinero en una sociedad donde el empleo escasea: uno se cree privilegiado, pero lo que vive es una esclavitud.

Este es, a grandes rasgos, el fenómeno que estudia la economía transpersonal, disciplina surgida en la década de los 60 a raíz de las investigaciones de Abraham Maslow (autor de la pirámide de las necesidades humanas) y Carl Rogers, cuyos trabajos reivindicaron factores como las emociones, la memoria, la intuición y la percepción no racional de uno mismo, el entorno y las circunstancias.

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