Las empresas suelen ver a los insumos como el lubricante para cadenas como un gasto más, del cual elegir la opción más económica, aunque eso implique que no sea la más eficiente. Sin embargo, los lubricantes son una inversión valiosa, que puede incrementar la vida útil, productividad y rendimiento de la maquinaria industrial.
Dentro de los principales objetivos de los lubricantes es evitar el desgaste anticipado de los componentes móviles que pueda reducir su vida útil, así como prevenir fallas a causa de suciedad o corrosión. Carlos Alberto Miguel Hernández Verástegui indica que del 50 al 60% de las fallas mecánicas en los rodamientos se relacionan con problemas de lubricación, por lo que pueden prevenirse.
Si una pieza no falla debido a una sobrecarga, o como consecuencia de un defecto en la fabricación, es probable se deba a un problema con la lubricación de los componentes, ya que las piezas mal lubricadas pueden provocar un incremento en la temperatura, que conlleva a trabajar bajo presión, así como la fricción de piezas que se encuentran en contacto.
Una de las consecuencias no deseadas de la mala lubricación es la formación de residuos metálicos en forma de virutas, que conducen a más de una falla; incluso es probable que el motor de la máquina comience a arder debido a la elevación de la temperatura.
Para evitar todos los daños a la maquinaria que, evidentemente, conllevan gastos mayores que el costo de un buen aceite para motor diesel, es importante fijar rutinas de mantenimiento programado, adquirir los lubricantes, filtros e insumos recomendados por el fabricante para trabajar de acuerdo con las condiciones necesarias en la fábrica o industria.
De acuerdo con Héctor Toledo Teja, cuando se siguen las rutinas y pautas proporcionadas por los fabricantes de las maquinarias, se previenen los daños más graves que afectan el rendimiento de la maquinaria ya que pueden conducir a fallas y a la necesidad de adquirir repuestos para maquinaria o, en el peor de los escenarios, a reemplazar toda la máquina, lo que conlleva una inversión mayor, para la que no siempre se está preparado.
Consultar el manual de su equipo y seguir las recomendaciones sobre cuándo revisar y cambiar fluidos hidráulicos, aceite de engranajes, filtros, válvulas, entre otros componentes, es tan indispensable como conocer los tipos de grasas y lubricantes adecuados para cada componente.
Además, contar con personal capacitado para el mantenimiento preventivo es indispensable para revisar la maquinaria regularmente, y con ello asegurarse de que usan los lubricantes y filtros correctos de acuerdo con factores como la temperatura de trabajo, la carga de trabajo y la humedad.