¿Qué es un Banco Central?

Los bancos centrales son entidades independientes del gobierno del país al que pertenecen cuya tarea consiste en definir su política monetaria. Comenzaron a surgir a mediados del siglo XIX y se consolidaron en el primer cuarto del siglo XX. El Banco de México fue creado el 25 de agosto de 1925, durante la presidencia de Plutarco Elías Calles.
Entre sus muchas funciones, una de las más importantes es la de regular la cantidad de moneda en circulación, mantener la inflación bajo control y vigilar que los precios de los bienes y servicios no se eleve desproporcionadamente. La forma en que lleva cabo estas responsabilidades es controlando las tasas de interés que ofrecen los bancos estatales y privados, así como otras instituciones crediticias.
Por otra parte, también funge como banco de todos los demás bancos que operan en el país. Maneja cuentas cuyos titulares no son los particulares sino los organismos financieros y el propio Estado. De igual manera, puede otorgar prestamos a  los bancos que padecen crisis de liquidez y, en situaciones muy especiales, a otros Estados.
Puesto que concentra el monopolio de la emisión de dinero, lo pone y lo retira de la circulación según mejor convenga a las políticas que tiene consideradas. Asimismo, asesora al Gobierno sobre el curso de acción que debe emprenderse en un determinado momento para favorecer el desarrollo y el crecimiento económico.
El modelo bajo el que operan todos los bancos centrales, respaldado por los Gobiernos y el Fondo Monetario Internacional, funciona de tal manera qe goza de independencia con respecto a las decisiones y políticas del Gobierno. El presidente o director de un Banco Central, así como algunos de sus funcionarios, es propuesto por el encargado del Poder Ejecutivo y ratificado por la Cámara de Representantes (Senado y Cámara de Diputados), pero allí termina su autoridad sobre ellos.
Mientras que los Ministros y Secretarios de Estado pueden ser reprendidos y llamados a cuentas en una sociedad democrática, los directivos de un Banco Central sólo pueden ser destituidos en caso de una falta realmente grave.
Muchos economistas y politólogos han criticado duramente este modelo pues consideran que actúa directamente en contra de los principios democráticos, pues quienes planean y dirigen la política monetaria de un país no cuentan con representatividad alguna.
En años recientes, a partir de la crisis financiera internacional, se han multiplicado las voces que acusan a los bancos centrales de servir únicamente a los intereses de los dueños de los grandes capitales, en detrimento del interés general. En todo caso, retirar el control financiero de las manos de la banca central requeriría de una reorganización completa del sistema financiero internacional.

This entry was posted in Uncategorized. Bookmark the permalink.